Me gustaría desearte lo mejor,
me gustaría verte sonreír de
verdad,
con esa sonrisa natural, limpia,
ligera y sin forzar,
que te he visto tan pocas veces.
Lo sé, sé que no estás bien, mil
demonios te rodean,
sólo te pido que no dejes que te
abracen,
como mucho que bailen a tu
alrededor, sin tocarte.
Verás cómo progresivamente se van
difuminando.
Se alejarán porque tú no eres ellos.
Sólo te rodean, recuerda esto siempre.
Me gustaría verte correr, saltar, y hasta volar.
Caminar sin peso.
Con tu mirada al frente y tus
mejillas sonrosadas por el sol,
así sabría que la luz vuelve a
acompañarte.
Me gustaría que tu pasado fuera
más liviano,
mmm… ¿o quizás no?…no, retira esto,
si fuera así, no serías tú. Y me gustas tú.
si fuera así, no serías tú. Y me gustas tú.
Vale,
entonces…me gustaría desearte…uf, tantas cosas…pero me temo que sólo puedo esperar una: que vuelvas a empezar.
¡Sí, de cero! Con todo lo que sabes
ahora….tu andar será diferente. Usa todo eso a favor, y ¡vuelve a comenzar!
No, conmigo no, no me malinterpretes,
esto no es una declaración de amor.
A mí ya me arrancaste de tu vida, de golpe,
sin piedad, sin explicación.
Yo estoy bien, volví a empezar,
yo no tenía tanta oscuridad.
sin piedad, sin explicación.
Yo estoy bien, volví a empezar,
yo no tenía tanta oscuridad.
Yo tenía alas para volver a
volar.
Pero sé, que tú no.
Por eso me
acerqué hoy a susurrarte.
Pero ya me voy..., sé que tus
demonios son contagiosos…