Tragando retazos de vida a gran velocidad,
desechando todo lo que me sobra
y reservando todo lo que deja posos,
me quedo con lo que alimenta mi alma.
Otras veces tengo diarrea afectiva y quiero a todos los pelotudos.
Y las menos echo a correr a gran velocidad,
sin darme cuenta que el papel higiénico
se me enganchó en el vestido y todo viene detrás.
Pero eso sí,
si algo me provoca urticaria,
tiro de la cadena.