Se suele oír mucho eso de
mejor no mirar atrás, o aquello de
no se debe vivir en el pasado o frases similares.
Pero hoy vengo a lanzar unas palabras a favor de lo contrario, por supuesto que la única manera de vivir, es viviendo el presente, y no viéndole pasar. En eso no voy a entrar, que también está ya muy oído.
Pero,
el pasado no hace daño, o al menos no siempre,
se da por hecho que si miramos atrás es para sufrir, o para vivir del recuerdo,
Pero,
nos olvidamos siempre de la parte positiva, hay veces que mirar al pasado, y verte, recordarte, saborearte, en un buen momento, o en una situación de la que te sientes orgullosa, o revivir aquella vez en la que saliste airosa de una situación complicada..
Hay veces,
que hacerlo ayuda, alimenta, es necesario, y nos recuerda quiénes somos y cómo somos. Sí, eso que parece de perogrullo y que olvidamos, he dicho quienes somos , y cómo somos.
Cuando estamos atascados con cualquier tema, por ejemplo, este simple acto, nos reconforta.
Y nos despierta capacidades que teníamos dormidas, o al menos motivación para despertarlas.
Yo hoy tuve una pequeña
regresión, y oye, estupendo.
antes de ella: no podía.
después de ella: ¡claro que puedo! ¡si ya he podido más veces!
...y lo más gracioso: se me había olvidado.
¿qué por qué planto esta reflexión aquí?
porque parece que está prohibido hablar de lo "lo bueno de la vida", incluso parece que hay gente que la goza regodeándose en los malos recuerdos o en los aspectos negativos. Y nunca nunca se acuerda...de que hay otra parte. Siempre hay más partes.
Yo voto por regodearse en los buenos!, y después, no es Que HAYA QUE
mirar para adelante como nos repiten, no, es que tu cuerpo, solito, como por una especie de empujón invisible y silencioso....hecha a andar.