lunes, 24 de mayo de 2010

tercera parte y final del microrrelato que dejó de serlo

Algo apurada pero intentando parecer natural empecé a hurgar en mi mochila simulando que buscaba el libro –en realidad me estaba dando tiempo para pensar- aunque no me sirvió para nada, asique en estos casos siempre tiro de…”esto es lo que hay y que salga el sol por donde quiera” , asique mostré mi libro acompañando el gesto con mi mejor sonrisa posible y oí un -“oh, qué interesante, ¿y qué? ¿funciona?”- “pues en el cibermundo puede, pero aquí, ahora mismo, sirve para cagarla ¿no?- contesté yo poniendo cara de circunstancias.
Me miró seriamente y de repente estalló en una carcajada.
Genial, pensé, esto me da margen.
Al cabo de unos segundos de silencio todavía cómodo, me dijo que su parada era la próxima, -jo, qué pena pensé - pero sorprendentemente de mi boca salió un: -“anda, no me digas que te diriges a Segovia?,¡ yo también!”- yo sola estaba flipando conmigo misma, ¿qué coño estaba haciendo?
Total que a los pocos minutos me vi bajando del tren y dirigiéndome a un andén, ( al andén de la gilipollez supina, porque amos..), eso sí, me dio tiempo de hablar unos minutos más con él y enterarme que iba a pasar el finde con su hermano, para acabar despidiéndonos de esta manera:
-      “Bueno, espero que a tu vuelta del domingo me hagas un resumen de tu libro…”
-      ¿A mi vuelta del domingo? ¿cómo sabes cuando vuelvo?
-      Tenías como  marcapáginas  tu billete de ida y vuelta..
Glups, qué observador, pensé mientras le decía adiós con la mano y tiraba una última pregunta, -“¿y a cambio de mi resumen yo que obtendré?”
-      a cambio te daré mi Messenger y ponemos en práctica tu libro- dijo sin parar de reírse.
A los 15 minutos, me encontraba en Segovia, sola, tirada en una estación, con una promesa de chat  y buscando combinación para llegar a mi destino real, a la vez que pensaba: será posible que haga estas tonterías…¿pero que cojones esperabas? ¿Acabar haciendo el amor en medio del acueducto? y encima esto, su Messenger,
pero no se trata de conocer a alguien en la red y luego pasar a la vida real??, tanto leer tanto leer…..pa hacerlo todo al revés, mandaguevos!.
FIN.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Segunda Parte del microrrelato que dejó de serlo



Se sentó en mi ventanilla, y yo en el pasillo,-tampoco desde aquí tengo mala vista- la gente pasaba, algunos corrían, otros luchaban con sus maletas, mientras los ya sentados se comunicaban con su mp3, o 4, o iphone o vaya usté a saber qué aparato…
Volví a mirar de reojo a mi ladrón de ventanas, y sin querer me alegré de que el único  artefacto que sacó de su mochila fue un libro.

Uff, lo que me faltaba, siempre me pasa, me muero de ganas de meter la nariz en el libro ajeno, al menos en la portada, sólo un poquito, fisgar el título…si la vista no me da pa más.

Y zás! Me pilló, horror, -se titula ¿tú no tienes libro propio?-  dijo con media sonrisa.
Creo que el calor subió hasta mis mejillas, y me jode un huevo no saber si el otro se está enterando de mi turbación o no.

Intenté sonreír mientras le decía que si, que tenía mi libro pero que no es tan divertido como un libro ajeno….creo que salí airosa y hasta le caí bien, porque cerró su libro y añadió un – ah, pues quiero probar esa diversión, esperaré que saques el tuyo-

Otra vez quise gritar ¡mierda! , una siempre lleva algo interesante o normal al menos, excepto cuando hace falta, ya sabéis, siempre queda mejor sacar algo así como “Cien años de soledad”,  o “La iliada” si me apuras…….que…, ¿qué qué llevaba yo encima?, algo así como liguemospuntocom, tomayá, de esta no saldría airosa ni aunque me vendieran la insipiración a kilos…

….continuará.





jueves, 13 de mayo de 2010

VENTANILLA, POR FAVOR.




Me coloco en mi asiento. Empieza la peli,  la morena se va a romper la mano de tanto despedir a su chico. La rubia arrastra su maleta cabizbaja hacia la salida, parece que no ha venido a buscarla quién ella esperaba. El abuelo quiere correr hacia su nieto que baja del vagón, pero su cachaba no le deja apurar el paso…ningún capítulo es para mí.
Hasta que oigo una voz masculina, -disculpe se ha sentado en mi sitio- ups, perdone, tengo debilidad por las ventanas-  y mirándolo de reojo pensé sonriente: este puede ser mi capítulo…



(intento de llevarme el primer premio en un concurso de relatos cortos sobre viajes, y en el que sólo me dejan usar 99 palabras! jo!)

lunes, 10 de mayo de 2010

me han abducido en el super.

Mi relación con el chocolate va por etapas, lo sé, tan pronto me empalaga como que mi cuerpo me lo pide con ansia, pero normalmente me doy cuenta de esos cambios,
Pero…
En qué momento una mujer que baja al super  a por filetes para la cena….acaba comprando: una tableta de chocolate de marca valor, con 70% de cacao, una fundí de chocolate que regalaban con una caja de fresas, -¿o era al revés?- , ah, y unas trufas que resultaron ser más grandes en la foto del envase que en la realidad.

Y por supuesto sin filetes.
Sólo fui consciente de todo al llegar al frigo para colocar la compra…..
¿Alguien me abdució?
¿He de hacérmelo mirar?


















Hasta este momento creí que controlaba mi relación con el chocolate.

lunes, 3 de mayo de 2010

El follamigo: ese eslabón perdido.

Hablemos de algo que pasa en esta sociedad, de algo para lo que no encuentro auditorio apropiado, porque parece que a nadie le interesa parar en ese punto.
Será porque se habla mucho pero se dice poco.
O será que hemos superados ciertos tabús, en apariencia, e incluso en comportamiento, pero no siempre en actitud, ahora somos más libres para hacer y deshacer, somos más libres para follar y elegir con quién, y qué bueno que así sea, pero no parece que seamos más libres para sentir, la gente parece tener terror a sentir, a acariciar, a mostrar afecto, a comunicarse mirándose de frente,
y mucho más terror aún para hablar sobre ello, vamos de felices si follamos mucho, pero nunca oigo decir:

No quiero más sexo vacío,
no quiero más carne, quiero piel,
no quiero pollas, quiero cariño,
quiero sentir, pero no solo un orgasmo, sentir complicidad y confianza, sentir la vida.
No quiero sentir unas manos, quiero sentir calidez.

¿qué pasa? que si  la gente muestra afecto significa que luego te van a pedir matrimonio?¿  ¿ese es el temor?
Que quenohombrenó,  que no hablo de eso.
Solo digo que se puede equilibrar la cosa.
Que el sólosexo se puede convertir en una masturbación acompañada.
Sin más.

Quizás por ese motivo, ese nuevo concepto que oigo desde hace poco -“el follamigo” – me cae simpático, igual está ahí el equilibrio ese dichoso ¿?.
Lo veo como la siguiente etapa en esto de las relaciones,
Una fue la de no poder tocar ni casi mirar a nadie antes de estar casado, después pasamos a liberarnos todos un poco y hacer o deshacer casados o no, luego vino la parte cansina de tanto hacer y deshacer –aunque muchos no lo reconozcan- y ahora estamos entrando en la etapa del follamigo! , (que por lo menos sea amigo, un poco mío, aunque luego cada uno siga en su casa, tenga sus historias…) , es el intermedio entre el matrimonio y la vida single. O quizás entre la pareja de siempre y el morbo de de una vez y no te vuelvo a ver.

Ño!  ¡Igual estamos descubriendo otro eslabón en la cadena sexoevolutiva!

Esta no deja de ser para mi, otra prueba más de que estamos ávidos de nuevas alternativas, de nuevas formas de vida, tanto que tenemos que inventarnos palabros diferentes para poder hablar de algo que….no sabemos ni que es, pero que es, buscamos, inventamos, porque lo que hay no nos convence.