-la vida es otra cosa, nena
-¿eso lo dices con cierto tonito de envidia?
-eso lo digo porque a veces confundes vivir con correr,
porque suele ser mejor tener pocas cosas pero bien saboreadas que muchas pero solo rozadas. Tan rozadas que no podrás ni contarlas.
-¿que no las podré contar?
-no, porque serán tan efímeras que ni te acordarás de ellas, jaja.
-bueno, en eso puede que tengas razón, realmente cuentas las que recuerdas con todo lujo de detalles...por algo será.
-xacto, recuerdas las que te llegaron a algún rincón de tu cuerpecito.
-uhmm, visto así, voy a mejorar tu frase, prefiero pocas que me muevan, a muchas que ni me meneen.
-no te gusta estar siempre en la misma baldosa no?
-no es eso, puedes estar en una sola baldosa y hasta marearte del movimiento. Y puedes andar mucho y regresar con nada, y lo peor, quieta por dentro. Yo hablo de otro meneo. Otro más interior y menos visible.
-uff, interior y menos visible... ese meneo creo que me gusta!
-ey, ¿no estábamos hablando en serio?
-si...en serio te digo que te quiero menear...
-¿quieres guerra? te reto a que me menees sin moverme de la baldosa...