Que no, que no es lo que todo el mundo cree,
no tengo miedo de enamorarme
ni tampoco de que me hagan daño,
solo tengo miedo de agobiarme,
de que me falte el aire,
de dejármelo robar.
Y para eso....no encuentro cura.
¿Y si no he aprendido nada?
No quiero ver el mundo detrás de una ventana.
sábado, 2 de octubre de 2010
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10 comentarios:
¿Te toca conocer, marcar y defender los límites de tu espacio?
Un besito.
De cualquier forma, pienso que vale la pena correr el riesgo.
Ana Belén canta:
"No me da miedo la libertad,
pero no quiero enfermarme de soledad".
Y si luego no te gusta... a la m.
Un abrazo.
uff, eso siempre CHARI, sea la situación que sea.
¿no?
jaja MILA, muy bueno,
me ha gustado mucho ese fragmento, me lo guardo.
Y tu final apoteósico.
Ni tendrás cura nunca.
Las que cabalgamos..somos así.
Y no hay mucho avanzado que sepa llevar estas riendas.
Joope FIEBRE,
me encanta lo que dices me sentí entendida, pero...entonces no hay remedio?¿
uff...me lo temía.
La libertad es fantástica siempre que la desees. Los hay que viven la mar de a gusto tras las ventanas.
Besos.
Ummmm, esto.... claro... pues... es que... jhcweqiofboqrgrg bueno lo mismo es que frefqkwovbrrygeryvgr
coño, que me ahogo...
Abre la ventana que entre el aireeeeee
MUA
(tu paranoica y yo desquiciada, bonito panorama..ja ja ja)
uff SOMMER, yo las ventanas...solo para saltar por ellas.
aaay CRISSS, que me parto,
pero quilla, qué va a ser de nosotras? jajaja.
un abrazo.
Gracias por tu huella en mi blog, y por sumarte a la iniciativa de mañana en la CONVIVENCIA.
Un beso.
Hay muchos tipos de amores... unos atan y otros desatan...
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