Alguien dijo
El destino es aquello que irremediablemente pasará si no hacemos nada.
No os podéis imaginar lo que me gusta esta frase y el impacto que me hizo. Nunca he sabido exactamente qué hacer con el destino, se que siempre me cayó mal, esa sensación de que yo no tengo nada que decidir, porque lo que tenga que pasar pasará me caía gorda. Pero tampoco encontraba la manera de quitármelo de encima del todo, tampoco era tan radical para afirmar contundentemente que el destino no existe de ninguna manera, simplemente pensaba que no me gusta la teoría de que mi vida ya estaba escrita y yo aquí ni pincho ni corto. Pero qué hacer con esas situaciones que ocurren sin más, sin haber decidido nada ni haber actuado en ninguna dirección. ¿A ese pequeño porcentaje le llamo casualidad o destino?
Pero ahora me da igual, ya me he reconciliado con él, venga, ya lo tengo, si el destino existe, que exista, que nosotros podemos cambiarlo.
Así yo le dejo espacio a él, y él me deja espacio a mí.
....uhmm....al menos parece que por un rato me deja tranquila la cuestión.
9 comentarios:
Bueno, eso es bueno, porque así respiraís :)
besicos
pozí BELEN,
mira, ese es otro buen motivo para hacernos hueco... je.
saluditos de nuevo!
Pienso qeu el destino está en nuestrasmanos en un alto porcentaje: todo depende dela actitud que tengamos ante la vida. Un abrazo. (Y me alegro de volver a verte en el blog).
Mila
MILA:
no puedo estar más de acuerdo. La actitud me cuadra que puede ser el meollo de la cuestión.
Y me alegro de verte por aquí. :)
Hola Lilit.
Alguien dijo algo así como: "si no sabes a dónde vas, acabarás en otra parte", parece evidente que quien la dijo cree que el destino es una meta que se alcanza con la voluntad y a la que nos acercamos paso a paso echándole ... u ovarios. Pero es el camino hacia el destino el que nos enseña (tal vez el "verdadero destino" de cada un@ de nosotr@s es aprender caminando, experimentando, tomando decisiones en las encrucijadas) a encontrarnos con él.
¿Sabes? una vez vi una película, era de kárate, aunque cinematográficamente no era muy buena, tenía un poso filosófico que me hizo pensar. La trama de la película era algo así como que un maestro le enseñaba a su alumno una serie de técnicas para defenderse (Kárate). El alumno, una vez instruido, debería ir en busca del libro de la sabiduría. Llegó el día de partir y salió al camino en busca de dicho libro. Al poco de salir ya le estaban atacando. El maestro le había enseñado previamente cómo debería defenderse de cada una de las técnicas de ataque que los enemigos podrían emplear, pero él se defendía, por olvido de las enseñanzas del maestro, como creía, y claro recibía por todas partes... pero de pronto sonaba una música de flauta (la del maestro, que para más inri estaba ciego), y al escucharla él recordaba las enseñanzas de ese maestro y al ponerlas en práctica vencía... así fue pasando y venciendo todos los obstáculos (gente que le atacaba) que le salieron al paso... llegó a donde estaba el libro de la sabiduría que iba buscando y no podía controlar el ansia que sentía por conocer los conocimientos que dicho libro guardaba (pensaba que con ellos sería el más listo y el más fuerte de todos), lo abrió y... sorpresa... dentro sólo había un espejo... pasados unos minutos de sorpresa y rabia... se echó a reir y se acabó la película. Bueno, sigo creyendo que la película era cinematográficamente mala, pero a mí me hizo pensar que el verdadero maestro es nuestro maestro interior, que la mejor enseñanza es la experiencia, y que nuestro destino está en el sitio que estamos en cada aquí y en cada ahora, al que habremos llegado tomando decisiones (yo no creo en la casualidad sí en la causalidad), nuestro destino es ser nosotros tomando nuestras propias decisiones, y errando y acertando construiremos nuestro destino... no importa que no alcancemos algunas de las metas que nos hemos fijado porque alguien o algo nos lo termina impidiendo... importa lo que hicimos para intentar conseguirlo (seguro que lo que aprendamos en el intento nos hará tanto bien o más que el alcanzar dicha meta)... y eso es vivir... y a un@s les toca las duras y a otr@s las maduras (en apariencia, porque todo es relativo)... más o menos lo del poema de Kavafis sobre Ítaca...
sigo porque no me dejaba publicar todo...
Ya Aristóteles y Platón, y luego San Agustín en la idea de Platón y Santo Tomás en la idea de Aristóteles, discutían sobre el destino (ellos filosofaban sobre la salvación, un destino más metafísico), que si la salvación por predestinación o por las obras y tal y cual...
También en la Vida es Sueño Calderón de la Barca quiso dar su versión teatral sobre la predestinación con un Segismundo víctima del destino que los adivinos decían que las estrellas presagiaban sobre él, lo de los ados y esas cosas (es una obra que a mí me encanta), pero él vence al destino...
Bueno... perdón por el rollo... como ves esto del destino y nuestra libertad de acción frente a él ha traído de cabeza a mucha gente... a mí también... ¿sabes? a mí hay un cabo suelto que me da mucho que pensar (no me voy a alargar mucho más), y es que yo, con relativa frecuencia, sueño cosas que terminan pasándome... entonces pienso... ¿cómo es posible soñar con el futuro si no está escrito...? y la cosa se me complica, pero tengo respuestas que me valen... y es que creo que no sabemos nada de lo que somos, ni de la cantidad de posibilidades que hay en lo que realmente somos... a veces cerrando los ojos se ve más que con los ojos abiertos.
Reitero mi petición de perdón por el rollo que he pegado aquí... si llegas a saber que por escribir lo que has escrito tu destino iba a ser recibir este rollo de comentario seguro que habrías cambiado tu destino...
Si has sido capaz de leerlo todo... un abrazo muy grande y si no pues también un abrazo muy grande.
guau IMPERSONEM!
está genial tu escrito! y me alegra saber que no soy la única loca que da vueltas a estos temas.
Me encanta lo de que el destino es lo que vayamos decidiendo...y que el maestro que nos guía somos nosotros mismos, realmente sobre eso no tengo ninguna duda.
Pero es que además me rematas con ese pequeño porcentaje que no decidimos, al ponerle también nombre, Eso es! CAUSALIDAD, si, si,yo también tiro pa ese lado.
No lo puedo explicar al 100/% pero eso es lo que siento que ocurre cuando ocurren cosas...casuales.
Digamos que sin tener pruebas de nada, me cuesta muuucho menos creerme la causalidad que la casualidad.
oye, y también me ha impactado lo de tus sueños, te propongo (o te reto, no sé) a que escribas algo sobre eso...
y finalmente muuuchas gracias por esta gran reflexión que me has dejado aquí, creo que la voy a leer unas cuantas veces más.
te mando un abrazo y me dejas un alegrón.
el destino es el futuro.. a toro pasado!
hola anónimo/a, yo creo que el futuro no es más que la consecuencia del presente que vayamos haciendo.
...y a toro pasado aún más claro lo veo. :)
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