Ven aquí dolor, vamos a hablar...

Creo que empiezo a entender,
venía de atrás recogiendo pistas,
pero hoy, de repente, 
y con Pablo Neruda de fondo,
algo me empezó a arañar, 
y me asomé a mirar.
Subí tan alto, tan alto, 
no podía poner más ilusión, 
no recuerdo haber puesto tanta en ninguna otra ocasión, 
y haberlas las ha habido.... 
pero contigo fue diferente, 
y no es un tópico,
mi ilusión era nueva, 
renovada, 
renovadísima,
nada era igual, nada lo era para mí, 
y como tal me comporté. 
Siempre recelaba de dar todo. 
Contigo lo di. 
Y empecé a volar, 
porque dar es bello, 
porque además recibía, creo. 
Subí alto. 
Y te di esta parte, y esta otra, incluso aquella. 
Subí la montaña agilmente, 
y rápida, llegué, y empecé a rodar y a descender,
cuando me di cuenta, ya estaba abajo, otra vez. 
¿qué hacía ahí? 
No se dieron dramas, ni cuernos, ni portazos, ni gritos, 
sencillamente estaba a ras del suelo, y tú a mi lado. 
Dejé de notarte,
dejaste de mirarme, 
posiblemente ya no recibías mi ilusión,
 y te apagaste, 
quería contarte, pero ya no encontraba tus oídos. 
Tu no tenías pasión. 
Yo no tenía intención. 
Y allí los dos, 
a ras del suelo, 
compungidos y hasta encogidos, inseguros, y dudosos, nos despedimos, abrazados, lloramos,y nos separamos. 
Cada uno debía empezar de nuevo a buscar su camino. 
¿pero por qué no fue posible? 
todo apuntaba posibilidades, 
todo brillaba, y sin embargo nos volvimos opacos. 
No tengo dudas de lo acertado de nuestro adios. 
Sólo dudo de si es posible el amor. 
No temo haberme equivocado, 
solo temo no volver a creer. 
Me gusta sentir, me gusta vivir, 
no hablo de derrotismos y pesimismos. 
Sólo digo que, ¿para qué otra vez?
Si vamos a volver a caer. 
¿Para sentir? -si, a eso me apunto, 
pero creer.....¿en qué? 


(tenía esta conversación pendiente desde hace dos años, por fin, hace unos meses, me senté hablar con el señor dolor) y hoy por fin, me atreví a publicarla, esto es síntoma que ya limpié bien la herida, aséptica quedé, ligera otra vez. O eso creo, y si no ...volveremos a parlare, no obstante ya parece que nos vamos haciendo amigos, ese señor y yo.